Fatalistic girl

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Sunday, June 03, 2007

Suerte que éste no era de cristal

Increíble no haberlo hecho antes. Mientras caminaba ayer de noche por las gélidas calles de Buenos Aires con mis inseparables Daniela e Isabelle, esta última preguntó: “¿Me imagino que ya pusiste algo en tu blog sobre lo de…, no?” Y así fue como, con ese simple comentario, me iluminó para continuar con este proyecto momentáneamente abandonado. Así que, sin más preámbulos, me remitiré a contarles la historia que tuvo lugar semanas atrás en el recinto que tantas cosas me ha sustraído en nuestra accidentada relación: The Roxy. Y realmente los antecedentes son malos: una vez me dejó afuera al quedarse con las llaves de mi casa, en otra ocasión secuestró una campera de jean que era casi una reliquia y otra vez los gorilas de la puerta me hicieron volar de allí, no sin antes rociar a mis amigas y a mi con gas pimienta. Bueno, ¿Qué será esta vez?, se preguntaran ustedes. Pues, es difícil imaginarlo, pero más gracioso es enterarse. Mientras los parlantes escupían “Wecome to the Jungle” saliendo de la garganta de mi adorado y ex sexy Axl Rose, un joven demasiado excitado comenzó a hacer “pogo” junto a sus acompañantes y todos estos se me vinieron encima, pisándome y ocasionando que uno de mis zapatos desapareciera misteriosamente. Mayúscula fue la sorpresa de mi incondicional Diego, quien se puso a buscar frenéticamente el objeto en cuestión. Nuestra última esperanza era que el musicalizador de la noche nos dejara acceder a su cabina y anunciar por el altavoz que el que nos acercara el travieso zuequito iba a ser maravillosamente bien recompensado. Obviamente las cosas no salieron a pedir de boca: una vez más mis amigos guardaespaldas tuvieron que entrometer sus anchas espaldas y fruncidos traseros en mi camino de rengo andar. Mis planes se vieron frustrados y todo por no ser V.I.P. Así fue entonces como, cual Cenicienta versión siglo XXI, me fui bajo la lluvia…descalza.